Por naturaleza, las chinches de cama son polizones. Entran en las casas o apartamentos escondiéndose entre las grietas y hendiduras de maletas, muebles, ropa, almohadas, cajas y otros objetos, cuando estos son trasladados entre apartamentos, casas, hoteles, u otros inmuebles.

Desafortunadamente, las chinches pueden sobrevivir por meses sin comer, por lo que pueden estar presentes en casas limpias, vacías o deshabitadas, antes de la llegada de nuevos inquilinos. Una vez que las chinches se establecen, se pueden esparcir de cuarto en cuarto.